"Francamente, querida, me importa un bledo"


es una de las frases más famosas del cine y fue popularizada en la exitosa película de 1939 Lo que el viento se llevó.

El bledo, yerba Caracas, amaranto, pira, kiwicha, alegría, trigo inca, espinaca china, esta hierba es crecia en abundancia en venezuela de ahi su escaso valor y el dicho me importa un bledo parecido a decir me importa un comino. Pero las semillitas son ricas en proteinas (14% más que la carne), vitaminas, micronutrientes, aminoácidos y fibras. Aporta ácido fólico, hierro, calcio y vitaminas A, B2 y C. Contiene en su espiga una pequeña semilla con altos contenidos de lisina, aminoácido esencial y necesario para el crecimiento y el funcionamiento general del organismo, especialmente de nuestro cerebro al cual oxigena. Es utilizada por sus propiedades antioxidantes, antiparasitarias y cicatrizantes.También el grano suministra fósforo, magnesio, potasio, hierro ,zinc y cobre.
FRITURA DE BLEDO.En el sur de México, Guatemala y otros países de Centroamérica se utiliza el bledo, entre otras cosas, para hacer "frituras" o buñuelos salados. Para ello se limpian y remojan las hojas de bledo(como se indicó anteriormente) y se cocinan en un poco de agua con sal por unos minutos. Se escurren y se mezclan con huevo, harina y sal al gusto. Se toman cucharadas grandes de esta mezcla y se fríen en abundante aceite.Estas "frituras" se sirven con una salsa de tomate, para cuya elaboración se cuecen en poca agua tomates, ajíes dulces y ajíes picantes, los cuales posteriormente se muelen con sal y pimienta dulce o guayabita del Perú. Posteriormente se fríe esta mezcla en mantequilla. Se le agrega el agua donde se hirvieron previamente los tomates.La salsa se cocina hasta que se encuentre espesa y se le añade al último momento rodajas de cebolla y perejil picado.ALBONDIGAS DE BLEDO.También en México se comen unas deliciosas albóndiga de carne de res, las cuales se aderezan con harina de bledo (amaranto para los mexicanos). Para prepararlas proceda simplemente a unir carne molida de res, huevos, harina de amaranto y sal al gusto.Amase y forme albondigas del tamaño deseado. Cocínelas en abundante salsa hirviente hechas con tomates, ajo y cebolla. Todos los ingredientes los cortará en trozos y freirá en un poco deaceite, para luego añadir agua suficiente hasta lograr la salsa.TURRÓN DE BLEDO.Este es un postre tradicional azteca, para el cual se requiere previamente elaborar una especie de "cotufa" con los granos de bledo.Sencillamente tiene que hacerse de las semillas de bledo y ponerlas a cocer hasta que revienten en un caldero que será calentado a fuego mediano.Para que las semillas revienten más rápido se recomienda rociarlas con agua. Luego añada suficiente miel para formar una pasta. Coloque la mezcla en una superficie plenamente engrasada, corte cuadrados medianos y deje enfriar.

El nombre de Caracas
Por: Manuel Taibo

Escribe Don Juan de Pimentel, hacia 1574, que el nombre de Caracas deriba de una yerba o bledo que crecía en los alrededores de la ciudad capital. Don Francisco Guerrero llamado el “Cautivo” (malagueño, cautivo de los turcos desde su juventud y germen de grandes familias caraqueñas) de allí le viene el “alias”, uno de los conquistadores y pobladores del Valle de Santiago, tiene una explicación… Esa noche de 1569, el “Cautivo” mantiene la siguiente conversación con el teniente gobernador que acababa de sustituir a Diego de Losada. ¿Cómo decís, don Francisco? Contadme tan curiosa historia; ya que hasta ahora tenía por noticia que el nombre le venía de una yerba o bledo que llaman Caracas…Todo es mentira o invención de Juan de Gallas, quien, como todo poeta, falsea la verdad. Yo fui quien le puso el nombre y sin proponérmelo, a este sitio donde se ha plantado Santiago de León, mucho antes de que Francisco Fajardo decidiera establecerse en este valle que llamó de San Francisco y que no es santo adecuado para invocar en casos de guerra. Pero dadme un trago, si quereís que siga con el cuento. Una mañana, acompañado de mi sirviente turco Omar, con permiso de Fajardo abandoné (Caraballeda) el campamento junto al mar, afanoso de trepar la montaña, y ver qué había más allá. Anda que te anda, llegamos a este mismo sitio donde nos encontramos, cuando una columna de humo en dirección a la montaña incitó mi curiosidad. Cautos y sigilosos avanzamos hacia el sitio de donde venía el humo. Un tentador olor a carne asada llegó hasta nosotros. Como no había perdido la manía de expresarme en turco, me dijo de pronto: Mirad, amo, una caracas…Siendo de advertir que “caracas” en turco o albanés significa mujer de cara de color. (o bruja) En Turquía hay una ciudad de origen romano llamada Caracas, por si alguno duda de mi palabra. La mujer, en efecto, tenía la piel tan oscura o negra, a diferencia de otros indios, que no deja de sorprenderme. Amigables y en guardia nos acercamos a la bruja, con los ojos puestos en el apetitoso cochinillo que asaba sobre una hoguera. ¿Cochinillo? ¡Válgame el Profeta! Lo que asaba la “caraca” era un niño de unos tres años. Cuando llegamos al campamento de Fajardo, todavía vomitábamos sobre el recuerdo. Apenas el mestizo quedó enterado de nuestra aventura exclamó bronco e iracundo: Por eso hay que acabar con esa mala hierba. (Los españoles, cuando se refieren a una persona de malas mañas, dicen de él que es una mala hierba) Todo cuanto huela a caracas y a su gente hay que arrancarlo hasta la raíz. Juan de Gallas, el poeta, quien siempre escuchaba a medias, cuando oyó hablar de la mala hierba pensó, como el tonto que siempre ha sido, que era una planta a la cual Fajardo se refería. Como él era hombre de letras y nosotros ignaros soldados, dio por noticia, y con ligereza, la especie tan difundida de que de un monte o yerbajo que nadie ha visto le viene el nombre a Caracas. (Todo es mentira o bobaliconería de Juan de Gallas) A Caracas le vino el nombre de una bruja caníbal. Pero al parecer, así se escribe la historia. En los Archivos de Indias no existe ningún escrito que mencione que haya existido alguna tribu en Venezuela con el nombre de indios caracas. Jamás hubo una tribu con tal nombre. Había Teques, Mariches, Toromaimas, Quiriquires; pero caracas no. Por extensión pudo dársele el nombre de indios caracas a los que ocupaban el territorio que ya recibía tal nombre. Caracas es una verdadera bruja caníbal que de no ponérsele corrección terminará por devorarnos a todos. ¿No les parece?

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