Se acerca la temporada de uno de
mis frutos favoritos: ¡los arándanos! Es por eso que comparto con
ustedes una de mis creaciones: tartaleta de almendras, arándanos y caléndula. No requiere horno ni deshidratador. Una
vez preparada, se puede servir inmediatamente (a menos que se congele).
Es apta para celiacos y personas intolerantes al gluten, ya que no
contiene harinas, y está endulzada con frutas deshidratadas. ¡Espero que
la disfruten!
para 2 porciones (molde pequeño):
Masa:
-1/2 taza de almendras germinadas
- 2 orejones de duraznos deshidratados
- 2 cdas. de pasas rubias
- 1 cdta. de caléndula
Relleno:
- 200 gr. arándanos negros frescos
- 3 cdas. de cranberries deshidratados
- 1 cda. de semilla de chía activada
Masa:
-1/2 taza de almendras germinadas
- 2 orejones de duraznos deshidratados
- 2 cdas. de pasas rubias
- 1 cdta. de caléndula
Relleno:
- 200 gr. arándanos negros frescos
- 3 cdas. de cranberries deshidratados
- 1 cda. de semilla de chía activada
Preparación
Masa:
triturar las almendras en la 123 y reservar aparte. Sugiero que las
almendras estén relativamente secas antes de procesarlas, para que la
"harina" quede más fina y fácil de moldear. Triturar los
orejones y luego las pasas. Agregar las almendras y continuar triturando
en la 123 hasta que se mezclen bien los ingredientes y adquiera la
consistencia
adecuada para moldear. Aceitar el molde, amoldar y congelar.
Relleno: procesar los arándanos, cranberries y chía en la juguera, hasta que quede como gelatinizada. Rellenar y refrigerar o congelar. Sugiero desmoldar cuando la masa esté congelada, para que resulte más fácil. Lo ideal es un molde desmontable.
Mujer Germinada
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