Al pasar del alimento como fuente de
energía, al circuito eléctrico alimentado por la
batería, se produce una toma de distancia con
los procesos orgánicos de alimentación, al
mismo tiempo que se evidencia una
incorporación de la máquina al cuerpo y una
adaptación del cuerpo a la máquina.
La metáfora mecánica aleja al cuerpo
del devenir de la carne.
En la maquina las piezas son
reemplazables, procedimiento por el cual se
renueva parcial y reiteradamente la vida del
motor. El profesional que se ocupa del cuerpo
entonces operaría al modo de un técnico en
reparaciones.

En el caso de una intervención
quirúrgica, la utilización de la metáfora
mecánica nos orientará a pensar la operación
como un cambio de conductos, destapación de
cañerías, ajustes de piezas que deben estar
ensambladas para su normal funcionamiento.
El modelo de la máquina requiere de
herramientas y repuestos específicos. El
cuerpo como la máquina se “descompone”,
una falla en el “aparato” requiere de la
intervención profesional, ser re-visado. El
motor y el cuerpo “fallan”, se le “aflojan
tornillos”, se le “tapan cañerías”, se está
“fuera de punto”

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