METÁFORAS ENERGÉTICAS





¿cuales son los referentes
metafóricos de lo corporal y de lo orgánico?

Un referente clásico para evaluar la
vitalidad de un cuerpo era la alimentación.
Esta modelo digestivo, cuando una persona
era muy vital, nos llevaba decir que tenía

“polenta"2,
adjudicándole a este término la
comida realizada con harina de maíz, cuando
el origen de polenta o pulenta se refería a los
objetos de oro o a toda cosa de valor. En esta
línea alimenticia, si el ánimo estaba afectado
era por algo que no se pudo
"digerir", a
las
personas indeseables no se las
"
podía
tragar
"
3, ocasionando “disgustos” y “malos
tragos”.

2 Polenta o pulenta se aplicaba a “los objetos de oro ....y
en general a toda cosa de valor” Gobello Jose, La vieja
Lunfardía, Freeland, Buenos Aires, 1963.

3 Popeye representa el modelo energético ligado a la
alimentación. Sus clásicas espinacas lo proveían de un
plus de fuerza necesaria para vencer a sus poderosos
enemigos.
tomado de EL FIN DEL CUERPO EN EL PRINCIPIO DEL MILENIO
Por Daniel Calmels






La historia de las supuestas bondades ferruginosas de las espinacas de Popeye nació como consecuencia de la asunción de una supuesta verdad científica a partir de unos datos que contenían una errata y que se impusieron a las rectificaciones posteriores.
Hay que remontarse a los años 30 del pasado siglo cuando Max Fleischer crea al mítico personaje de cómic y decide que el simpático marino cobre un fuerza sobrehumana después de tomarse una o varias razones de espinacas enlatadas. Evidentemente, el dibujante exageró las bondades del producto en la historieta pero no debe olvidarse que Fleischer estaba imbuido por la creencia popular de que este tipo de verdura tenía un alto contenido en hierro que ayudaba a reponer fuerzas de inmediato a quien la consumía.
Por aquellas mismas fechas, las autoridades sanitarias de EEUU se vieron desbordadas por el incremento de casos de anemias ferropénicas, es decir, provocadas por la falta de hierro, por lo que se iniciaron campañas entre la población para popularizar el consumo de alimentos ricos en el mineral, incluyendo las espinacas de marras, gracias fundamentalmente al reclamo del personaje creado por Fleischer.
Hacia 1937 se hizo una búsqueda bibliográfica para determinar exactamente el porcentaje de hierro contenido en las espinacas y se descubrió el error en la interpretación del estudio de un científico alemán, E. Von Wolf, publicado en 1870. Al parecer, la persona que tomó los datos originales del experto alemán con los porcentajes del mineral en los alimentos transcribió mal los decimales de la cifra de hierro en las espinacas multiplicando por diez su contenido.
A pesar del descubrimiento del error y la consiguiente rectificación, el aura de Popeye sacando pecho y exhibiendo sus puños de hierro luego de comer sus botes de espinacas eclipsó la realidad contrastada y el mito ha pervivido hasta nuestros días. Las tablas dietéticas establecen sin embargo que las espinacas contienen solo 4 miligramos de hierro por cada cien gramos, frente a los 24 de las almejas, chirlas y berberechos, y los 13 de determinados pescados.


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