Cuando les comento a mis amistades que hago tartaletas sin usar harina, huevos, mantequilla, ni azúcar, y que no las cocino, la pregunta que surge inmediatamente es: ¡¿Cómo?! ¿Y son ricas? ¡Siempre me divierte mucho esa expresión en sus rostros! Es que no se pueden imaginar cómo o con qué se preparan, ni cuál es su sabor. Tampoco se imaginan que un jugo o batido con hojas verdes pueda saber bien... ¡hasta que los prueban! Por eso, voy con mi juguera a todos lados. Y si me invitan a alguna convivencia, llevo alguna tartaleta o algo rico para compartir. Entonces ocurre algo maravilloso: ¡se depierta el asombro! Y con el asombro, se despierta una semilla creativa en las personas, abriéndoles un mundo de nuevas posibilidades para explorar. Sí, lo saludable puede ser muy divertido y sabroso!
Siete cosas que amo de la alimentación viva!
1. No sólo puedo preparar leches vegetales variadas, sino que además puedo disfrutar de yogurt y quesos vegetales.
2. Puedo prescindir de todas las harinas que contienen gluten (ej. trigo, centeno...) o índices glicémicos elevados (ej. arroz, papa...), pues no necesito harinas procesadas para preparar pan, galletas, tartas, etc.
3. Aprovecho todo el potencial nutritivo de granos, frutos secos, legumbres y semillas, al activarlos, germinarlos y brotarlos.
4. No necesito de azúcar ni endulzantes procesados para mis recetas dulces. Y sí, créanme, quedan dulces. Tan dulces como quiera.
5. Puedo consumir más hojas verdes crudas, con todos sus nutrientes, clorofila y enzimas, en forma de batidos y jugos verdes desintoxicantes. También puedo consumir de igual forma nutritivos cereales germinados (ej. pastos de trigo, de cebada, etc.).
6. Puedo preparar masas y postres sin huevos, mantequilla ni margarina, disminuyendo el consumo de grasas saturadas.
7. Las recetas no necesitan cocción (aunque puedo calentarlas un poco si así lo deseo) y son fáciles de preparar.
¡A germinar creatividad!
Fuente: http://comosemillas.blogspot.com/
No hay nada en la sapiencia que no haya pasado por la boca y el gusto, por la sapidez. La memoria es apetito, la palabra es comida, la gramática es receta, el conocimiento es alimentación, el menú es retórica, el saber es sabor y la escritura cocina. Matías Bruera